miércoles, 7 de mayo de 2008

Crónica: Día de humo


¿Buenos Aires?

Salir a fumar un cigarro al balcón después de cenar es algo así como un ritual para mí. Algo pasaba, mas allá de mi tabaco humeando algo raro surcaba por ahí. La noche es un momento muy particular. Que difícil era distinguir algo fenoménico mirando, pero mi nariz no engañaba.
Quema de pastizales en la provincia de Entre Ríos, resaltaba cada titular al otro día. Evidentemente algo se quemaba, quien sabe bien qué, pero el humo era un inminente protagonista.
No parecía nuestra ciudad habitual, uno podía salirse de contexto y situarse en una esquina londinense o en un suburbio alto del Distrito Federal mexicano tapado por smog. Todo era cuestión de imaginación. Muy fantasioso, yo me paré en una típica locación nublada de una película de Tim Burton.
Tormentas devastadoras en el Sudeste Asiático, huracanes en el Caribe, terremotos en Perú y ahora un volcán en la Cordillera de los Andes. Estamos en una época consecuente dónde se hace rutina ver, escuchar y hasta sentir cambios climáticos. De todos modos en nuestros aires, solo el viento que soplaba del Norte fue el condimento climático para la humareda.
Las esquinas, la estación del subte, los pasillos de la facultad, el aula del taller de expresión, todo atravesado por el fenómeno. Problemas respiratorios, maniobras de persuasión, helicópteros cisterna, periodistas en la zona del hecho y ruralistas prófugos. Pero todos nos mirábamos con cara de no poder creerlo, porque claro, que buenos aires estábamos respirando.
Que paradoja, ¿no?.

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