El Periodista y el Etnógrafo.

Dos personas convergen en un mismo punto, el trabajo de campo. Internarse en situaciones particulares y realizar una mera descripción de esto o aquello es la excusa perfecta para el viaje. El acto del etnógrafo en su campo, su plena interacción con aquella realidad, y luego el reflejo de una cultura totalmente diferente en mi cultura a través de un detallado informe. Es fantástico.
Y, ¿que sería de una crónica sin la percepción al leerla de las sensaciones directas que vivió el periodista en ese rincón? También me encuentro con el reflejo de aquello cotidiano, aquello que se vivió para escribirlo. El periodista se pone el la piel del amigo vecino, nosotros percibimos lo mismo.